¿Cuál es tu misión?

¿Por qué nos llegamos a sentir en algunas ocasiones en nuestro trayecto por la vida como si no estuviésemos seguros del rumbo que seguimos tomando? y es que he llegado a la conclusión que esto se debe a algunos puntos claves que quiero compartirte hoy.

Estoy segura que la vida sería más sencilla si tuviésemos un manual, pero creo que a la vez no tendría esa magia de que está en nuestras manos determinar el rumbo que queremos, y que podemos hacer realidad con tan sólo elegir algo diferente.

Nuestro libre albedrío es una bendición que debemos saber aprovechar.

Hace algunos años yo tenía el concepto de que el propósito era algo que elegíamos cuando teníamos 17 o 18 años y desde ese punto de partida no volvíamos a cuestionarnos ese destino. Es ahí cuando olvidamos algo tan grande, olvidamos que en todo ese tiempo nosotros seguimos aprendiendo, explorando y descubriendo nuevas perspectivas, y quizás talentos que antes no veíamos. Lo más lógico es que tengamos que actualizar esa versión de nuestro propósito que elegimos a nuestros 17 años, pero lamentablemente no nos enseñaron a hacerlo.

Esto no quiere decir que cambiemos radicalmente nuestros sueños, aunque si realmente debes hacerlo, no hay nada de malo en eso, es sólo un ajuste hacia dónde queremos seguir escalando para continuar a la siguiente parada con emoción, y no con obligación.

La confusión y la monotonía se vuelven comunes cuando no hemos actualizado nuestro propósito en nuestro presente.

Nuestra misión es algo que hemos elegido aprender en esta escuela de vida y la compartimos con los demás, si nos basamos en eso, cada uno de nosotros tiene su propio tiempo porque venimos a transcender algo diferente. Nunca compares tu camino con el de los demás, y te entiendo, la comparación es algo inevitable, pero realmente hace daño. Enfoca tus objetivos y ten confianza de que tú estás experimentando tu propia realidad y es ahí donde debes poner atención.

Si quieres mayor profundidad en este tema te invito a escuchar mi Podcast 'La vida es siempre' en donde comparto un ejercicio para actualizar nuestro propósito.

Una pregunta sencilla para iniciar esa actualización sería: ¿Qué me imagino estar haciendo hoy que me cause emoción? ¿Qué habilidades y conocimientos poseo hoy que pueda usar?

Para terminar este artículo quiero recordarte que la misión base que tenemos todos es la de disfrutar esta experiencia terrenal, no olvides que eres un ser humano y vivir la humanidad es más importante que cualquier otra cosa. Pasar momentos en familia, reír hasta llorar, estar en quietud admirando la naturaleza y conectándote contigo es lo que realmente va a ser que lleguen respuestas a ti y cumplas tu verdadera misión.

Eres alguien único, abraza todo lo que eres y expándelo a tu alrededor.