¿Cuál es tu misión?

¿Por qué a veces sentimos que no estamos seguros del rumbo que estamos tomando?

Después de vivirlo muchas veces en mi propio camino, he llegado a algunas conclusiones que hoy quiero compartirte 💛

Creo que sí, la vida sería mucho más sencilla si viniera con un manual.

Pero también perdería esa magia tan bonita:

la de saber que somos nosotros quienes elegimos el rumbo…

y que en cualquier momento, podemos cambiarlo.

El libre albedrío es un regalo.

Y también una responsabilidad hermosa. ✨

Durante mucho tiempo pensé que el propósito era algo que uno decidía a los 17 o 18 años, y que a partir de ahí, ya no se cuestionaba.

Pero hay algo que muchas veces olvidamos:

seguimos creciendo.

Seguimos aprendiendo, descubriendo nuevas partes de nosotros y talentos que antes ni siquiera imaginábamos.

Por eso, es completamente natural que necesitemos actualizar nuestra idea de propósito.

Y no, no significa que tengas que cambiar radicalmente tus sueños.

(Aunque si sientes que sí… también está bien).

Se trata más bien de ajustar el rumbo para que lo que haces hoy siga teniendo sentido para ti.

Para que avances con emoción… y no solo por obligación.

La confusión o la monotonía suelen aparecer cuando no hemos actualizado nuestro propósito en el presente.

Y acá va algo muy importante:

tu misión no se mide en tiempo ni en comparación.

Cada quien está aquí para experimentar y trascender cosas distintas.

Por eso, nadie puede ir “adelante” o “atrás” de ti.

✨ Tu camino es único.

✨ Tus procesos también.

Así que si te comparas, te entiendo (somos humanos).

Pero también te recuerdo:

la verdadera brújula está dentro de ti.

Si quieres profundizar en este tema, te invito a escuchar mi podcast ‘Conversaciones Sinceras’, donde comparto un ejercicio para actualizar tu propósito.

Y mientras tanto, puedes empezar por preguntarte:

¿Qué me imagino haciendo hoy que me haga sentir emoción?

¿Qué habilidades y conocimientos tengo ahora que puedo poner al servicio de eso?

Para terminar, quiero recordarte algo que nunca deberíamos olvidar:

Tu misión más importante es disfrutar esta experiencia humana.

Reír hasta llorar, compartir con quienes amas, caminar sin prisa, abrazarte en los días grises…

Todo eso también es parte de tu propósito.

Eres un ser único.

Abraza todo lo que eres…

y deja que esa expansión toque al mundo que te rodea